jueves, 17 de marzo de 2016

026 - LA VIDA NO ES JUSTA

Una de las lecciones que he tardado mas años en aprender y que más dolores de cabeza me ha dado, es el hecho de pensar que una especie de Corte Divina se mantiene justo sobre nuestras cabezas, todos los días y a todas horas, impartiendo celestial justicia en los actos de todos y cada uno de los seres humanos que habitan en este planeta.

Los seres humanos sufrimos constantemente de un sentimiento de impotencia ante las adversidades, y buscamos algún tipo de ajuste de cuentas contra quienes pensamos que son los causantes de nuestras miserias.

Por nuestras cabezas vuelan frases como: "En su salud lo hallará", "Pero hay un Dios que todo lo ve", "El que obra mal, termina mal", "Ya le llegará el día que le cobren la renta".

Esa última me la inventé, porque ya no encontré ninguna otra frase suficientemente apocalíptica y ya no tardan en llegar a cobrarme la renta.

El asunto es que vivimos buscamos justicia por fuera, cuando lo único que se han visto afectadas por los eventos adversos de nuestra vida, son las reglas que construimos para algunos de nuestros más atesorados valores y principios, como la lealtad, la honestidad, el compromiso, la amistad, entre muchos otros, y que han sido vulnerados gravemente.

En el capítulo, Échale La Culpa A Tus Reglas, del libro El Poder De Preguntar, comentaba lo siguiente:

Todos y cada uno de tus comportamientos, actitudes, sentimientos y creencias están regidas por una serie de reglas, que te han inculcado tu familia, tus amigos, Televisa para algunos, y con el paso del tiempo has modificado, agregándoles o quitándoles las que para ti tengan algún sentido.
La felicidad tiene tus reglas. El éxito tiene tus reglas. La traición tiene tus reglas. La lealtad tiene tus reglas. La tristeza tiene tus reglas.
Conoce tus reglas y te conocerás a ti mismo.

De la misma manera, los sentimientos de justicia tienen tus reglas, a los cuales les has asignado un juez y un verdugo, y que dictarán una sentencia favorable a tus intereses, poco tiempo después de haber sufrido algún desaguisado. Mucho me temo que esa mentalidad de revanchismo divino, bastante difundida por cierto, no es la manera más correcta de enfrentar las adversidades.

La mejor manera de tomar el control de nuestro destino, es empezar a crear justicia con nuestras propias manos. Cuando hablo de "justicia con nuestras propias manos", no me refiero a agarrar una AK-47, salir a la calle y obligar a correr al primer cristiano que nos hizo una mala cara.

La justicia la debemos construir con nuestras acciones y nuestros resultados, y no esperando que le caiga un rayo al prójimo, simplemente porque las cosas que hace para su beneficio nos afectan a nosotros. Por eso debemos evitar a toda costa los impulsos de revanchismo divino, ya que este nos nubla la razón y perdemos el enfoque de lo que realmente vale la pena: Construir nuestra propia justicia.

Si trabajaste duro en un proyecto, es justo que te des un premio.
Si fallaste en conseguir un trabajo, es justo que busques uno mejor.
Si te despidieron por hacer bien las cosas, es justo que ellos se pierdan de tu talento.
Si perdiste la oportunidad de tu vida, es justo que te exijas llegar más alto.
Si estás exhausto por los fracasos, es justo que te tomes un descanso.
Si la vida no es justa, es justo que busques algo mejor para ti.

Mantén la frente en alto. Limpia tus heridas físicas y emocionales. Replantea las reglas que te llevaron hasta donde te encuentras. Camina hacia adelante y construye tu propia justicia.

Y recuerda tu misión: Atrévete a ser grande. Nos vemos en el siguiente capítulo.



El anterior escrito es un avance de la segunda parte del libro: El Poder De Preguntar, que puedes adquirir en Amazon, el cual estoy seguro que te será de utilidad.

http://www.amazon.com/dp/B01B0TD0N8/


6 comentarios:

  1. Excelente reflexión mi amigo, me gustaría contactarte de nuevo...

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    1. Mi estimado y fino amigo. Te agradezco mucho tu comentario y yo también te recuerdo con afecto. Un abrazo y estamos en contacto.

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  2. Excelente reflexión mi amigo, me gustaría contactarte de nuevo...

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  3. Casi cinco años de tu comentario, y que tal?? Ya te diste cuenta que hagas lo que hagas ya tienes marcado el destino en tu código genético? Jajaa , porque no me queda claro y cito tus palabras:
    ...si la vida no es justa:es justo que busques algo mejor....

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    1. Hola. Gracias por tu comentario.

      Es interesante que te refieras al Destino, pues también considero que nuestra vida ya está predestinada y permiteme explicar a lo que me refiero:

      Existe una realidad de la que no podemos escapar, nosotros vivimos en presente, siempre en el presente, y como en una cinta de una película, sólo podemos estar el cuadro que se está proyectando en la pantalla de nuestras vidas. Sin embargo, eso no significa que los siguientes cuadros de nuestra película estén vacios, sino que no han sido proyectados todavía.

      Nada es por casualidad y todos los eventos, personas y situaciones que hemos vivido y viviremos, nos sirven para desarrollar nuestro "personaje".

      Podemos hacer de nuestro personaje, alguien a quien recordar, a quien odiar, a quien olvidar, alguien que trasciende, que crea o que destruye. Esa es la parte que nos toca hacer en el plano existencial en el que vivimos, pero eso no significa que sea el único plano existencial.

      Te pongo un ejemplo, cuando vas al cine a ver una película por segunda vez,

      ¿Cambia el final? No.
      ¿Cambiará el final que ya estaba grabado sólo para complacer el público? Tampoco.

      La película ya tiene una secuencia de principio a fin, y así es como se está proyectando.

      Nuestra "película" es igual. Ya sabemos como va a terminar, al final todos morimos. Lo que nos queda es actuar la parte que nosotros estamos predestinados a actuar. tocar las vidas de las personas que tenemos que tocar, hacer las cosas que tenemos que hacer, pasar por las adversidades y dificultades que tenemos que superar o que nos aplastarán el resto de nuestra existencia.

      El final ya está predeterminado, pero nadie lo conoce y esa es la magia de vivir.

      Saludos.

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    2. Y agradezco infinitamente al destino por haberte cruzado en mi vida, la enriquece diariamente, espero seguir leyéndote mas seguido!!!

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