Una de las lecciones que he tardado mas años en aprender y que más dolores de cabeza me ha dado, es el hecho de pensar que una especie de Corte Divina se mantiene justo sobre nuestras cabezas, todos los días y a todas horas, impartiendo celestial justicia en los actos de todos y cada uno de los seres humanos que habitan en este planeta.
Los seres humanos sufrimos constantemente de un sentimiento de impotencia ante las adversidades, y buscamos algún tipo de ajuste de cuentas contra quienes pensamos que son los causantes de nuestras miserias.
Por nuestras cabezas vuelan frases como: "En su salud lo hallará", "Pero hay un Dios que todo lo ve", "El que obra mal, termina mal", "Ya le llegará el día que le cobren la renta".
Esa última me la inventé, porque ya no encontré ninguna otra frase suficientemente apocalíptica y ya no tardan en llegar a cobrarme la renta.
El asunto es que vivimos buscamos justicia por fuera, cuando lo único que se han visto afectadas por los eventos adversos de nuestra vida, son las reglas que construimos para algunos de nuestros más atesorados valores y principios, como la lealtad, la honestidad, el compromiso, la amistad, entre muchos otros, y que han sido vulnerados gravemente.
En el capítulo, Échale La Culpa A Tus Reglas, del libro El Poder De Preguntar, comentaba lo siguiente:
Todos y cada uno de tus comportamientos, actitudes, sentimientos y creencias están regidas por una serie de reglas, que te han inculcado tu familia, tus amigos, Televisa para algunos, y con el paso del tiempo has modificado, agregándoles o quitándoles las que para ti tengan algún sentido.
La felicidad tiene tus reglas. El éxito tiene tus reglas. La traición tiene tus reglas. La lealtad tiene tus reglas. La tristeza tiene tus reglas.
Conoce tus reglas y te conocerás a ti mismo.
De la misma manera, los sentimientos de justicia tienen tus reglas, a los cuales les has asignado un juez y un verdugo, y que dictarán una sentencia favorable a tus intereses, poco tiempo después de haber sufrido algún desaguisado. Mucho me temo que esa mentalidad de revanchismo divino, bastante difundida por cierto, no es la manera más correcta de enfrentar las adversidades.
La mejor manera de tomar el control de nuestro destino, es empezar a crear justicia con nuestras propias manos. Cuando hablo de "justicia con nuestras propias manos", no me refiero a agarrar una AK-47, salir a la calle y obligar a correr al primer cristiano que nos hizo una mala cara.
La justicia la debemos construir con nuestras acciones y nuestros resultados, y no esperando que le caiga un rayo al prójimo, simplemente porque las cosas que hace para su beneficio nos afectan a nosotros. Por eso debemos evitar a toda costa los impulsos de revanchismo divino, ya que este nos nubla la razón y perdemos el enfoque de lo que realmente vale la pena: Construir nuestra propia justicia.
Si trabajaste duro en un proyecto, es justo que te des un premio.
Si fallaste en conseguir un trabajo, es justo que busques uno mejor.
Si te despidieron por hacer bien las cosas, es justo que ellos se pierdan de tu talento.
Si perdiste la oportunidad de tu vida, es justo que te exijas llegar más alto.
Si estás exhausto por los fracasos, es justo que te tomes un descanso.
Si la vida no es justa, es justo que busques algo mejor para ti.
Mantén la frente en alto. Limpia tus heridas físicas y emocionales. Replantea las reglas que te llevaron hasta donde te encuentras. Camina hacia adelante y construye tu propia justicia.
Y recuerda tu misión: Atrévete a ser grande. Nos vemos en el siguiente capítulo.
El anterior escrito es un avance de la segunda parte del libro: El Poder De Preguntar, que puedes adquirir en Amazon, el cual estoy seguro que te será de utilidad.
http://www.amazon.com/dp/B01B0TD0N8/
jueves, 17 de marzo de 2016
martes, 8 de marzo de 2016
022 - LA DINÁMICA DE BUSCAR METAS
No quiero sonar como otro mas de los evangelistas de la superación personal, proclamando los beneficios de tener metas en la vida. Voy a tratar de ser lo mas mesurado y concreto posible, para hablar de un tema que esta muy sobado y saturado, pero que considero importante para cualquier proyecto que tengas. Considéralo como parte del entrenamiento que necesitas para enfrentar los retos que tendrás más adelante en tu vida.
Primero que nada, tienes que darte cuenta de tu entorno, de las cosas que te rodean y de la posición en la que te encuentras al día de hoy.
Toma unos minutos de tu vida y haz un repaso mental de los lugares que frecuentas, tu casa, tu trabajo, tu recámara y aquellos lugares que son parte integral de tu forma de vida.
¿Estás contento con lo que ves?
¿Es el lugar donde te imaginaste estar hace cinco o diez años?
¿Es esa la culminación de tu potencial creativo?
Muchas personas se confunden y creen que atesorar cachivaches, juguetes caros y demás objetos inútiles es el objetivo de la vida. Por un momento trata de alejarte de esa forma de pensar y enfócate en el significado de conseguir logros. Un logro se consigue en base a la dedicación, el trabajo y la creatividad que apliques en alguna tarea, y que tenga una meta definida.
Uno de los peores enemigos de la dedicación o la creatividad, llega cuando empiezas a sentirte confortable con tu actual situación y este enemigo es tan difícil de combatir, que la única manera de vencerlo es cuando llegas a un nivel de hartazgo tan elevado, que harás cualquier cosa para librarte de él.
Si no tienes hambre. Si no tienes frío. Si no sientes incomodidad con todo lo que te rodea. Entonces no tendrás ninguna motivación para buscar metas a mediano o largo plazo. El peligro de estar en esa situación de comodidad, es que no estás entrenando esa habilidad que tienes, que todos tenemos, para buscar algo mejor.
Si tú no tienes bien definido qué es lo que quieres hacer, qué es lo que te gusta, qué es lo que te emociona hacer, permíteme darte una mala noticia, nadie mas lo va a hacer por ti.
Si te vas a pasar la vida entera buscando a alguien que te diga qué hacer, qué decir, cuánto vas a ganar, cómo vas a hacer las cosas o que te resuelva tus problemas, puedes continuar con tu búsqueda, por que te garantizo que no lo vas a encontrar aquí y que más rápido te llegará la muerte, antes que la respuesta.
Esa es una de las principales razones por las que es imperativo tener metas de mediano y largo plazo. Para que ese enemigo, llamado comodidad, no se apodere de tu tiempo y de tu estado de ánimo.
Permíteme explicarte lo que te estás perdiendo por el simple hecho de no tener metas a largo plazo. Todo empieza cuando tomas la decisión de conseguir un objetivo.
Cuando defines un objetivo, a cualquier plazo, y das los primeros pasos para conseguirlo, muy pronto te darás cuenta que otros caminos empiezan a aparecer. Otras oportunidades empiezan a surgir, las cuales no hubieras visto, si primero no te hubieras dado a la tarea de empezar a buscar un primer objetivo.
De esos nuevos caminos y nuevas oportunidades, surgen también nuevos retos y nuevas formas de enfrentarlos. Por esa razón, tu cerebro empezará a analizar, estudiar y comprender esos nuevos retos y buscará las mejores soluciones. En poco tiempo, te darás cuenta que el objetivo que te planteaste inicialmente, probablemente no sea tu objetivo final y que te habías fijado antes de empezar. Pues los nuevos caminos y oportunidades, que no habías visto antes de empezar, ahora te parecen más viables e interesantes que los que tenías al principio.
Sin embargo nunca llegarás a ver esos nuevos caminos, sin dar los primeros pasos. Esa es la magia de tener objetivos a mediano y largo plazo.
Cuando empiezas a usar tu cerebro en la búsqueda de un objetivo, es importante la calidad de las preguntas que le empezarás a hacer, para que pueda darte muchas mas respuestas de calidad.
Es muy probable que algunas de esas respuestas, no te lleguen de manera inmediata. Para poder ayudar a tu cerebro, necesitas empezar a llenarlo con información útil. Cuando hablo de información útil, créeme que no me refiero a Big Brother, Bailando Por Un Sueño, o cualquier otro reality, programa o actividad que no haga funcionar a tu cerebro. Tampoco es cuestión de volverse ratón de biblioteca. Simplemente deja que el sentido común te indique el camino donde puedes encontrar información útil para tu mente. Poco a poco, dejarás de interesarte por contenidos basura y empezarás a encontrar contenidos de calidad.
Lo importante es dar el primero paso, hoy. No mañana, ni la semana que entra, cuando se alineen las estrellas o cuando tenga ganas. Da un primer paso, hoy. Aunque sean cinco minutos.
Y recuerda tu misión: Atrévete a ser grande. Nos vemos en el siguiente capítulo.
Avance de la segunda parte del libro El Poder De Preguntar, que publicaré en los próximos meses.
Adquiérelo en Amazon: http://www.amazon.com/dp/B01B0TD0N8/
Primero que nada, tienes que darte cuenta de tu entorno, de las cosas que te rodean y de la posición en la que te encuentras al día de hoy.
Toma unos minutos de tu vida y haz un repaso mental de los lugares que frecuentas, tu casa, tu trabajo, tu recámara y aquellos lugares que son parte integral de tu forma de vida.
¿Estás contento con lo que ves?
¿Es el lugar donde te imaginaste estar hace cinco o diez años?
¿Es esa la culminación de tu potencial creativo?
Muchas personas se confunden y creen que atesorar cachivaches, juguetes caros y demás objetos inútiles es el objetivo de la vida. Por un momento trata de alejarte de esa forma de pensar y enfócate en el significado de conseguir logros. Un logro se consigue en base a la dedicación, el trabajo y la creatividad que apliques en alguna tarea, y que tenga una meta definida.
Uno de los peores enemigos de la dedicación o la creatividad, llega cuando empiezas a sentirte confortable con tu actual situación y este enemigo es tan difícil de combatir, que la única manera de vencerlo es cuando llegas a un nivel de hartazgo tan elevado, que harás cualquier cosa para librarte de él.
Si no tienes hambre. Si no tienes frío. Si no sientes incomodidad con todo lo que te rodea. Entonces no tendrás ninguna motivación para buscar metas a mediano o largo plazo. El peligro de estar en esa situación de comodidad, es que no estás entrenando esa habilidad que tienes, que todos tenemos, para buscar algo mejor.
Si tú no tienes bien definido qué es lo que quieres hacer, qué es lo que te gusta, qué es lo que te emociona hacer, permíteme darte una mala noticia, nadie mas lo va a hacer por ti.
Si te vas a pasar la vida entera buscando a alguien que te diga qué hacer, qué decir, cuánto vas a ganar, cómo vas a hacer las cosas o que te resuelva tus problemas, puedes continuar con tu búsqueda, por que te garantizo que no lo vas a encontrar aquí y que más rápido te llegará la muerte, antes que la respuesta.
Esa es una de las principales razones por las que es imperativo tener metas de mediano y largo plazo. Para que ese enemigo, llamado comodidad, no se apodere de tu tiempo y de tu estado de ánimo.
Permíteme explicarte lo que te estás perdiendo por el simple hecho de no tener metas a largo plazo. Todo empieza cuando tomas la decisión de conseguir un objetivo.
Cuando defines un objetivo, a cualquier plazo, y das los primeros pasos para conseguirlo, muy pronto te darás cuenta que otros caminos empiezan a aparecer. Otras oportunidades empiezan a surgir, las cuales no hubieras visto, si primero no te hubieras dado a la tarea de empezar a buscar un primer objetivo.
De esos nuevos caminos y nuevas oportunidades, surgen también nuevos retos y nuevas formas de enfrentarlos. Por esa razón, tu cerebro empezará a analizar, estudiar y comprender esos nuevos retos y buscará las mejores soluciones. En poco tiempo, te darás cuenta que el objetivo que te planteaste inicialmente, probablemente no sea tu objetivo final y que te habías fijado antes de empezar. Pues los nuevos caminos y oportunidades, que no habías visto antes de empezar, ahora te parecen más viables e interesantes que los que tenías al principio.
Sin embargo nunca llegarás a ver esos nuevos caminos, sin dar los primeros pasos. Esa es la magia de tener objetivos a mediano y largo plazo.
Cuando empiezas a usar tu cerebro en la búsqueda de un objetivo, es importante la calidad de las preguntas que le empezarás a hacer, para que pueda darte muchas mas respuestas de calidad.
Es muy probable que algunas de esas respuestas, no te lleguen de manera inmediata. Para poder ayudar a tu cerebro, necesitas empezar a llenarlo con información útil. Cuando hablo de información útil, créeme que no me refiero a Big Brother, Bailando Por Un Sueño, o cualquier otro reality, programa o actividad que no haga funcionar a tu cerebro. Tampoco es cuestión de volverse ratón de biblioteca. Simplemente deja que el sentido común te indique el camino donde puedes encontrar información útil para tu mente. Poco a poco, dejarás de interesarte por contenidos basura y empezarás a encontrar contenidos de calidad.
Lo importante es dar el primero paso, hoy. No mañana, ni la semana que entra, cuando se alineen las estrellas o cuando tenga ganas. Da un primer paso, hoy. Aunque sean cinco minutos.
Y recuerda tu misión: Atrévete a ser grande. Nos vemos en el siguiente capítulo.
Avance de la segunda parte del libro El Poder De Preguntar, que publicaré en los próximos meses.
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